Yo era muy reacio a realizarme tratamientos, pero mi pareja que lo hace de forma habitual, un día me regaló un tratamiento antiarrugas para que probará.
Me decía que sino me gustaba, el efecto se va con el tiempo por lo que era tan sencillo como no repetir, como yo veía la mejora en su aspecto me animé a realizarlo. El doctor fue super profesional en todo momento y me hizo estar super cómodo en el proceso. No solo ha cambiado mi aspecto viéndome sin arrugas, sino que el cambio mental sobre la medicina estética ha sido radical, ya que el resultado es tan natural que las personas de mi alrededor me notan mejor el rostro pero sin detectar que me he realizado, desde entonces soy fiel a mi tratamiento cada 6 meses.