Una sesión de carboxiterapia corporal puede durar entre 25 y 35 minutos.
Pueden realizarse hasta 2 sesiones por semana.
Para comenzar a ver resultados se recomiendan aproximadamente 12 sesiones.
No es un tratamiento doloroso puesto que el pinchazo se hace con microagujas para hacer el mínimo daño posible. Lo normal es no sentir mucho más que un pequeño enrojecimiento o escozor en la zona que aparece de forma pasajera.
Las microinyecciones localizadas se hacen con un equipo con control de dosis, velocidad, temperatura y tiempo de infección en función del tratamiento y caso. Se usa actualmente para reducir grasa, mejorar la piel, combatir estrías y eliminar la celulitis.
Mediante la aplicación del dióxido de carbono (CO2), gracias a un tratamiento de carboxiterapia nuestro organismo segrega catecolaminas, serotonina e histamina. Son neurotransmisores que permiten la relajación del tejido subcutáneo y una dilatación vascular. El resultado es un aumento del torrente sanguíneo y, por tanto, una mayor oxigenación de la zona tratada.
Como consecuencias directas de esta mejora en nuestra circulación sanguínea, tenemos la reducción de la grasa acumulada y, por consiguiente, de la reducción celulitis, así como de las marcas de estrías y cicatrices.
En definitiva, el principal beneficio estético de la carboxiterapia podemos decir que los tejidos presentan una mayor firmeza, con lo que la piel parecerá más tersa y rejuvenecida. Al aplicar este gas en las zonas que queremos mejorar, da como resultado la oxigenación de las células corporales.
Además, mejora la circulación sanguínea y se reduce la grasa acumulada. Esto consigue eliminar la celulitis y las marcas de cicatrices y estrías haciendo que se noten menos.
Otro de los grandes beneficios del CO2 es que, al interactuar con los glóbulos rojos, estos liberan oxígeno, lo que provoca la destrucción de las células grasas.
En algunos casos, tiene un efecto parecido a realizar ejercicio físico ya que el cuerpo genera serotonina tras ejercitarse. Pero algo que no hace el deporte y sí esta terapia es mejorar los resultados en la grasa subcutánea.
Este tratamiento puede ser complementado con masaje subdérmico microalveolar o presoterapia. Cualquiera de ellos ayuda a aumentar la difusión de gas a tejidos adyacentes.
Dependiendo de la zona que vayas a tratar, se suelen requerir de 5 a 10 sesiones de carboxiterapia, valorable según el efecto terapéutico que se busca. Pueden ser más.
Es recomendable hacer unas 2 sesiones semanales.
No hay que guardar reposo tras las sesiones, pero sí se debe evitar la exposición directa al sol en los siguientes 2 días.